Pedro
Había estado esperando en la parte inferior de la escalera a que bajara cada persona que había enviado después de dar los regalos.
Cuando su padre había subido supe que no podría esperar más tiempo. Tenía que salir. Quería ser yo el que le diera los regalos, pero ella había estado convencida de que no podía verla antes de la boda.
De pie bajo la pérgola cubierta de hiedra y rosas blancas sobre la arena entre mi casa y el golfo, esperé con el ministro en un lado y Federico en el otro.
—¿Estas nervioso? —preguntó él.
—¿De que ella decida no caminar por ese pasillo? Sí —le contesté.
Federico rió y negó con la cabeza. —Eso no es lo que quise decir.
—Un día lo comprenderás. Y cuando lo haga, me reiré como la mierda.
—No hay tales chances ni en el infierno —respondió.
Isabel apareció bajo las rosas de color rosa, lo que significaba que Paula estaba esperando detrás de ella.
Cogí el micrófono inalámbrico oculto que me consiguió el tipo de sonido, colocándolo estratégicamente para mí, y lo puse en mi solapa.
Entonces busqué detrás de las flores y cogí mi guitarra. Hacía años que nadie me había visto tocar esto. Sólo podía imaginar lo que pasaba por sus cabezas.
Sólo mi padre sabía lo que estaba pasando, porque él me ayudó con los acordes.
—¿Qué estás haciendo? —susurró Federico. La incredulidad en su voz en cuanto adivinó la respuesta fue obvia. No necesitaba decirle. Tan pronto como Isabel estuvo en su lugar me puse delante del ministro y miré directamente hacia el pasillo.
Cuando apareciera Paula, comenzaría la música. Ya había revisado todo con el equipo de sonido de fondo.
Cuando ella dio un paso adelante en el brazo de su padre, sus ojos se encontraron con los míos y luego se abrieron con sorpresa. Ella había supuesto que caminaría por el pasillo con "I Won't Give Up" de Jason Mraz. Pero yo no había querido a otro hombre cantando para ella. Hoy no. Quería que caminara por el pasillo mientras cantaba las palabras escritas sólo para ella, que caminara por el pasillo mientras le regalaba mi mundo.
—Bueno, eh, no he sido de los que cantan... bueno, ya sabes, delante de la gente… pero pensé que después de todo lo que hemos pasado... este sería un buen momento para decir lo que siempre he querido decir. Paula, te amo, nena, hasta la luna y de vuelta. —Vi como ella quedó paralizada mirándome.
Todo el lugar se desvaneció y todo lo que pude ver era a Paula.
Cuando me miraste por primera vez
Me olvidé de respirar
Ese momento marcó mi endurecido corazón
Y prometí jamás alejarme.
Y el tacto de tu piel
Sanó algo muy profundo
Que me dejó queriendo más de ti
Cuanto menos tenía, más crecía.
Oh, no pude evitar enamorarme, enamorarme de ti.
Así que estoy aquí parado, oh, nena, sabes
Que después de todo lo que hemos pasado no podríamos dejarlo ir
Y mientras esté vivo, miraré en tus ojos
Sosteniéndote muy cerca, juraré solenmente
Que me he enamorado demasiado
Que me he enamorado demasiado, demasiado de ti.
De ti.
Cuando finalmente te encontré
Al fin me encontré a mí
Ese día que no olvidaré pronto
La razón de todo.
Te daré un nuevo nombre
Nada en la vida será lo mismo
La historia ahora está completa
Nuestra vida y amor es todo lo que necesitamos.
Porque no pude evitar enamorarme, enamorarme de ti.
Así que estoy aquí parado, oh, nena, sabes
Que después de todo lo que hemos pasado no podríamos dejarlo ir
Y mientras esté vivo, miraré en tus ojos
Sosteniéndote muy cerca, juraré solenmente
Que me he enamorado demasiado
Que me he enamorado demasiado, demasiado de ti.
Mi corazón está latiendo
Rogando por ti
Esta noche será
Un sueño hecho realidad
Así que ven, ven, ven a mis brazos.
Así que estoy aquí parado, oh, nena, sabes
Que después de todo lo que hemos pasado no podríamos dejarlo ir
Que me he enamorado demasiado
Que me he enamorado demasiado, demasiado de ti.
De ti.
http://www.youtube.com/watch?v=0JBQrTS0fXI
Cuando toqué la última línea, rápidamente saqué la correa de la guitarra sobre mi cabeza y se la entregué a Federico. Paula no esperó a cualquier indicación del ministro antes de arrojarse a mis brazos con un sollozo.
—Eso fue hermoso —dijo contra mi pecho.
—No tan hermoso como tú —le contesté, sujetándola contra mí.
Ella dejó escapar una pequeña risa. —No sabía que podías hacer eso —dijo,moviéndose hacia atrás para mirarme.
—Estoy lleno de todo tipo de sorpresas emocionantes —le aseguré, y guiñé un ojo.
—De acuerdo, ustedes dos. Permítanme entregar a la chica en primer lugar —dijo Miguel,cogiendo el brazo de Paula y tirando de ella a su lado con una sonrisa divertida.
Miguel besó la mejilla de su hija y luego me miró.
—Te diría lo especial que es ella, pero ya lo sabes. Y esa es la única razón por la que puedo entregártela. Te pedí que fueras el hombre que no pude ser, e hiciste como te pedí. No por mí, sino por ella. No podría estar más orgulloso de la mujer en la que se ha convertido y el hombre que ha elegido para pasar el resto de su vida.
—Tomó la mano de Paula y la puso en la mía. Luego se volvió para ocupar su asiento.
Metí su mano en el hueco de mi brazo mientras nos dábamos la vuelta para hacer frente al ministro.
Ella saltó a mi lado y miró su estómago con una sonrisa.
Puse mi brazo alrededor de su cintura y mi otra mano sobre su estómago mientras nuestro bebé se movía. Esto era mío.